
Antes de recibir a un paciente recordemos invocar al Espíritu Santo, para que nos conceda la gracia de la sanidad y los dones de ciencia, consejo, entendimiento y humildad.
Solo con la ayuda de Dios, nuestros pacientes saldrán adelante y sus sufrimientos serán aliviados.
Por eso no dejemos la oración por nuestros enfermos. Recordémoslos no solo antes que ingresen a la consulta, sino también en nuestra eucaristía en lo posible diaria y nuestras oraciones junto al Sagrario. Allí el Señor obrara en cada sufriente y le dará la sanacion.
Tenemos un compromiso, y solos no podemos hacer nada. Si nos ponemos al servicio de Dios, El se encargara de lo que nosotros no podemos.
un abrazo
Adriana
Muchas gracias por agregarme. Me llamo Yuri Chavarry Tello soy Psicólogo de Profesión. Saludos desde Perú.
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