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martes, 17 de abril de 2012

El médico católico debe ser un “buen samaritano”




Las actitudes del profesional de la salud
La Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC) acaba de publicar en su página web (www.fiamc.org ) un análisis efectuado por el presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, cardenal Javier Lozano Barragán, referido a la vocación del médico católico. “Ésta -considera el cardenal- consiste en transmitir a los pacientes el amor de Cristo que sana. Em pocas palabras, el médico católico debe ser un buen samaritano”.

“Ser médico católico -aclara el purpurado mexicano-, “comporta una proximidad e intimidad especial con Dios, a la vez que significa una apertura y una donación total a los demás”.

“Esta es la identidad católica del médico, ser la transparencia de Cristo que sana”, subraya el presidente del Consejo vaticano.

“Por eso la profesión cristiana médica se centra en el amor, pero no en el amor interesado y pobre, sino que imita al amor perfecto de Dios y tiene su paradigma en el Buen Samaritano que de tal manera padece junto con el enfermo, de tal forma lo compadece, que provee a todo lo que éste necesita para su curación”.

“Así el Buen Samaritano viene a ser el ejemplo que debe imitar el médico cristiano -añade-. El Buen Samaritano es la figura de Cristo que se compadeció de toda la humanidad enferma y caída, y la levantó hasta su deificación; es el amor infinito y está tanto en el que ama como en el que es amado, está en ambos en plenitud”.

“De esta manera el Buen Samaritano es la figura que identifica al médico que se compadece hasta tal punto del paciente que hace todo lo que está de su parte para devolverle la salud, por amor de plenitud”.

Para el médico, dice el purpurado, el 5º mandamiento “No matarás”, tiene una importancia decisiva. El médico católico “está totalmente obligado a defender la vida en cualquier etapa en la que ésta se encuentre, pero en especial en las etapas en las que más débil se sienta, como son las iniciales y las terminales”.

“Su personalidad se diseña desde un claro y absoluto no al aborto y no a la eutanasia -subraya-. En el quinto mandamiento se comprende toda la significación de la vida humana, como un don dado por Dios en mera administración al hombre y a la mujer”.+

Roma (Italia), 25 Jul. 07 (AICA)


AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente

2 comentarios:

  1. Hola Adriana, mis felicitaciones por el blog. Muy interesante.
    Me llevo el enlace para estar actualizada.
    Mis saludos desde Uruguay.

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  2. Bienvenida Claudia invita a todos los profesionales catolicos de la salud que se adhieran, tal vez extienda no solo de Argentina sino de latinoamerica. Vos que haces en la salud??
    un abrazo
    adri

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