Amigos que son conducidos por la Dulce Virgen Maria a esta casa

viernes, 19 de noviembre de 2010

Neurosis y santidad: aridez-estado y aridez-síntoma.

Si esto es así, si la santidad y la neurosis son incompatibles. ¿Cómo se explican ciertos fenómenos aparentemente neuróticos que podemos observar en la vida de algunos santos, y sobre los que hay abundantes estudios?



En primer lugar, tenemos que tener presente que para importantes escuelas de psicología, entre las que destaca el freudismo, el santo es el prototipo del neurótico. Esto no es una conclusión, basada en la experiencia, sino que es una premisa, que depende de la influencia que filosofías como la de Nietzsche han tenido en el psicoanálisis.[41] No es raro que luego, analizando la vida de los santos, encuentren lo que fueron a buscar, o lo que sus principios teóricos obligan a concluir.



Por otro lado, tenemos que tener presente que, salvo Cristo y la Virgen María, que no tienen la mancha de pecado original[42], la inclinación a la neurosis es según Allers común a todos los hombres. El camino de santidad, con la ayuda de la gracia, lleva a superar esta inclinación, pero en los estados iniciales de su vida cristiana, la manifestaciones de desorden pueden ser evidentes. No, en cambio, al final.



Para concluir, tenemos ese período peculiar en la evolución espiritual que san Juan de la Cruz ha llamado “noche oscura”. Rudolf Allers propone distinguir, para no caer en el equívoco de confundir la neurosis con una purificación espiritual, lo que el llama “aridez-estado”, de la “aridez-síntoma”. Esto nos remite a la distinción hecha más arriba entre el carácter neurótico, sus síntomas, y rasgos o conductas aparentemente neuróticos, que se dan en una personalidad fundamentalmente sana. La aridez como estado, es la que se verifica a lo largo de una purificación pasiva del alma, durante la que se pueden dar algunos fenómenos aparentemente neuróticos. La segunda, es síntoma de un trastorno verdaderamente neurótico de base, un carácter neurótico. ¿Cómo los distinguimos? No es fácil, a veces implica una agudeza interior y una sabiduría verdaderamente sobrenaturales. El criterio básico es, en principio, según Allers, el juicio desde la totalidad de la personalidad.[43]



Con ello se facilita la comprensión de episodios o fases neuróticas que con tanta frecuencia ocurren, o que por lo menos se les parecen extraordinariamente, en el transcurso de la vida de muchos santos. Estos hechos no deben inducirnos a concluir que la vida santa es una actitud neurótica o germina en el terreno de la neurosis, como creyó una incomprensiva explicación pseudocientífica. Al observar con atención esas vidas, se ve que los episodios neuróticos no son más que simples episodios de ciertos períodos de la vida, estadios de paso, en los que se traba la lucha con el “déspota sombrío del yo” y cuya superación lleva siempre al hombre hasta un nivel más alto en la vida. Así se explica también que se puedan repetir tales episodios, pues que corresponden a diversos escalones de la ascensión del hombre e inician siempre una “sobreformación” más completa de éste en Dios -para servirnos de la expresión de Tauler-. [...] Nos parecería perfectamente descabellado el intento de explicar la “Noche Oscura” y otros fenómenos análogos, como neuróticos o simplemente naturales.[44]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Confesion de fe de grandes cientificos